Luego de darme la vuelta y decidido a que no volvieras a hacer parte de mi vida, encendí un cigarrillo y mientras el humo me quemaba por dentro, me preguntaba qué era lo que me había atraído de ti. Y tuve que admitir que, cuando ya no quieres a alguien, ya no ves a esa persona de la misma manera. El amor puede ser el maquillaje más engañoso que existe.
Me fijé que en el mundo había mujeres incluso idénticas a ti, físicamente similares, caminando por todas partes, incluso más atractivas y seductoras. Entonces pensé en tu forma de ser… y me di cuenta de que el diablo puede encarnarse en una mujer y dejarte muerto, sin que nada le remuerda.
No eras la maravillosa persona que yo creía; eras simplemente un súcubo sediento de caprichos y exigencias que acabarían a cualquiera. Pero el karma existe y todo lo que exigiste lo tendrás que dar; ahí notarás que tu insaciable egoísmo te dejará con la única persona que te importa en el mundo, y tener de compañía al mismo demonio puede ser una noche de excesos con una resaca mortal. Solo eres un cascarón vacío.