Lo que no tiene precio.

Una tarde terrible, en medio de una cantidad de situaciones agobiantes. De pronto, una invitación a salir, de parte de una amiga de infancia quien ha pasado (y vivido) una cantidad de situaciones, inmerecidas las dolorosas, justificadas las gozosas, solo por tener el placer de compartir tiempo con alguien que pueda (y sepa) escucharla. Dos …

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar